Invariablemente me impulsa un motor interno que no deja que me transe por nada menos de la posibilidad de la Más Alta Visión de mi Misma.
Siempre había soñado con encontrar al ‘elegido’ o lo que en inglés llaman The One. Me encantaba como sonaba… Y durante el proceso de re-encontrarme, un día comprendí que una de las búsquedas más relevantes en la vida es encontrar ‘lo elegido’ en el oficio… que en inglés podría llamársele The One Thing… Escribir sobre estas íntimas búsquedas dio inicio al recorrido hacia mi actual plenitud. Por eso mi blog lleva este nombre… |
Dice Alison Armstrong (sabia, amorosa y equilibrada gurú en temas de pareja) que tiene cierta ‘bronca’ hacia los orgasmos, y suele decir que “los esposos podrían tener más sexo, si las esposas pudieran tener menos orgasmos”. Siii, ¡menos!
Cuando leí su texto al respecto, me hizo tanto sentido y sentí tanto más alivio sobre mi personal percepción del tema, que en talleres y sesiones que he realizado en temas de relación de pareja, cuando comparto la tesis de Armstrong, siempre percibo en las mujeres que me acompañan, ¡el mismo alivio que yo había sentido! Por eso, genuinamente siento una gran responsabilidad de compartir este mensaje para que esos corazones que resuenen con lo que les voy a decir, también encuentren alivio. Una vez más, con base en las ideas de Alison, a continuación y en mis términos del femenino-masculino, le doy mi toque personal. Hombres y mujeres somos diferentes! Empezando por cómo está cableado nuestro cerebro! Así, claro que el tema de los orgasmos es uno en donde somos MUY diferentes. Creo que una de las ‘masculinizaciones’ que más nos ha ‘rayado la cabeza’ es el creer que nosotras como ellos, tenemos como objetivo –fisiológicamente- el orgasmo. De por sí, ya pensar que el sexo tiene una meta, es total des-balance al masculino! Luego de que el orgasmo femenino (y la capacidad multi-orgásmica) se hubieran popularizado, por Master y Johnson y otros, incluso quienes defienden el bendito cuento del ‘sexo libre’ (y perdónenme si les parezco muy conservadora), eso nos indujo a una conclusión según la cual una buena pareja, debe ser una buena amante y esto último se asoció no solo al hecho de proveer sexo, sino orgasmos… Con razón cuando algunas veces les pregunto a mis hermanas en co-creación si se consideran buenas amantes y muchas dicen rápidamente que no, tal vez no me cuentan todas sus razones para responder con esa rapidez y contundencia, pero ahora puedo ver que detrás de esa respuesta está el hecho de no sentirse con un desempeño de 100% de efectividad en esa mentira que hombres y mujeres han venido creyendo y es que un orgasmo valida la destreza del amante! Y por favor, no me malinterpreten! A quién no le gustan los orgasmos, claro que nos gustan! Fantástico por las que los tienen fácilmente, pero hay muchas para quienes llegar allí no siempre es tan sencillo. Dice una de las co-creadoras de talleres de Alison que “tener un orgasmo es como tratar de coger un pez con las manos… y son pequeños diablillos escurridizos (…) Cuando los sientes ahí cosquilleando, se van! Después de perder un pez y otro, es difícil no renunciar y fingir, para aliviar la presión y que les permitan ir a dormir.” Por eso, te comparto cuatro claves para restaurar el balance femenino-masculino en el sexo, específicamente en relación con los orgasmos, y valga la pena decir que todas éstas atienden a cómo se comporta Afrodita en su templo. Estas claves son reflexiones que deben llevar a cambios en tus narrativas internas para luego EX-PRE–SAR-LAS! De poco sirve que desaprendas narrativas si no lo haces junto con tu pareja! 1. Redefine la intención del sexo. Que los orgasmos sean una elección no una tarea. NO Tenemos sexo para edificar a nuestro compañero, validando su destreza con nuestros gritos últimos. Perseguir un orgasmo para aplaudir a nuestro compañero puede convertir algo hermoso y divertido en una tarea. Disfruta el proceso, desapégate del resultado, de eso se trata el sexo! Pregúntate (y pregúntale!) cuáles son esos sentimientos que quieres experimentar con el sexo (antes, durante y después), y que esa sea tu profunda intención. Quieres experimentar amor, conexión, juego, sensualidad, vivacidad, compenetración, deseo, paz, sentirte a salvo, adorada, deseada,…? Explora y expande tu diccionario de sentimientos!! 2. Abastécete de la materia prima de los orgasmos. Dos de las principales cosas que se requieren para un orgasmo son: (i) una mente quieta ‘para atrapar un pez escurridizo’ y (ii) un muy buen stock de oxitocina (la hormona del vínculo afectivo). No importa cuán tranquila es tu mente, si no has construido suficiente oxitocina, no hay como alcanzar un orgasmo. Aquella es la que nos hace sentir conectadas con otro ser humano. Cuando una mujer dice no “tener ganas” es porque no tiene suficiente stock de oxitocina. Este se abastece de la manera en que nos gusta ser seducidas. Palabras románticas, caricias sugestivas, cómo nos mira, cuán empático fue con lo que le contamos, etc. Eso construye la bendita hormona. Y cuál es la forma para que él te provea todo lo que necesitas? Que se lo pidas! Tal vez pueda serte útil visitar mi video blog sobre comunicación asertiva en una conversación sensible. Una de las cosas más interesantes de las que habla Alison es que hay actividades rítmicas repetitivas que contribuyen a construir la oxitocina, como: jardinería, tejer, incluso tareas manuales como lavar los platos (apreciando el paisaje en la ventana, no en plan cumplir las tareas de la casa a las carreras!) o doblar/planchar ropa! Pregúntate cuál de esas actividades resuena contigo y haz más de ellas! Aprovecho para contarte y preguntarte, y no te burles si me conoces ya de hace un rato!... yo quiero aprender de jardinería, quisiera aprender cómo es cuidar de plantas e incluso tener una huerta en casa… si puedes ayudarme con ideas, bienvenida!! 3. Manifiéstate auténtica (i.e. por favor no finjas tus orgasmos). Para la mayoría de hombres, un orgasmo es una materia clarísima, y hacer ejercicio de sus cualidades masculinas de proveedor y enfocado en una-tarea, puede hacer de él alguien super determinado en ‘darte’ ese resultado. Y de nuevo! No me malinterpretes, si tú estás en ese nivel de deseo, resultado de tu stock de oxitocina y tienen el tiempo suficiente, claro! Sé receptiva de su generosidad y su intención, jueguen salvajemente y hagan todo eso que les gusta, pero si el ‘pez’ se escapa… exprésalo, disfruten y cierren el juego cuando tú convengas que ya es hora. Recuerda lo que dice Alison “si pudiéramos decir no a un orgasmo, sin herir las susceptibilidades de nuestro hombre, podríamos decir sí a más frecuente sexo”. 4. EX-PRÉ-SA-TE. Nunca será redundante pedirte esto. La mayoría de hombres no tienen ni idea, que para muchas mujeres los orgasmos se vuelven obligaciones, medidas de desempeño, gratificación de ego requeridos y validación de técnicas. Tú y yo sabemos, los orgasmos no son necesariamente una función de lo que el hombre hace en la cama. Literalmente él puede hacer todo perfectamente bien y el bendito pez aún así se va! Los orgasmos tienen que ver con lo que pasa antes de la cama! Así, mantén siempre abastecido el stock de oxitocina por tu cuenta (actividades manuales, o lo que sea que te haga sentir conectada, poderosa y serena, etc.) y expresando permanentemente a él tu necesidad de abastecimiento por parte suya. Incluso dile lo que dice Alison: “Es mejor poder decir a nuestro compañero que preferimos quedar con un sentimiento amoroso que con un ‘pescado’.” Fui muy feliz escribiendo este texto, y sería más feliz aún si me cuentas qué opinas, qué fue lo que más resonó contigo y qué pondrás en práctica?
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AutorComprometida con seguir lo que me dicte el corazón, con amor, pasión, viviendo en plenitud y contribuyendo para que los demás hagan lo mismo! Archivos
Junio 2024
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