Invariablemente me impulsa un motor interno que no deja que me transe por nada menos de la posibilidad de la Más Alta Visión de mi Misma.
Siempre había soñado con encontrar al ‘elegido’ o lo que en inglés llaman The One. Me encantaba como sonaba… Y durante el proceso de re-encontrarme, un día comprendí que una de las búsquedas más relevantes en la vida es encontrar ‘lo elegido’ en el oficio… que en inglés podría llamársele The One Thing… Escribir sobre estas íntimas búsquedas dio inicio al recorrido hacia mi actual plenitud. Por eso mi blog lleva este nombre… |
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No podemos llamar la intención de una sexualidad vivida así… deseo. El verdadero deseo está enmarcado en cuánto puedo dar de mi. Lo mejor es que los actos desde ese lugar terminan siendo pagados con un multiplicado placer… Nada tan placentero como entregarse a lo que se siente en el alma y en el cuerpo… sin pensar… entregarse así, es entregarse con ganas… el femenino puro!
2. Clave para la eyaculación precoz: Afrodita haciendo de su templo un hogar. También he comprendido que tras la eyaculación precoz está un hombre con miedo… Como le teme a sus emociones, se basa en su cabeza, creyendo que lo controla todo, incluso lo físico. El alma desborda y descontrola lo físico, a través de una gripa o de anticiparse en la intimidad… tras reprimir sentimientos y emociones de mucha intensidad… lo físico es el síntoma, la enfermedad es el miedo… mutuo… a mostrarnos, a entregarnos… Los hombres al buscar penetrarnos, no sólo buscan hacerlo físicamente, ellos también están en busca de intimidad… emocional y espiritual (así no lo expresen así)… buscan ahondarse en nuestra paz y en el gozo que podemos proveerles… Cuando nosotras usamos el cuerpo al servicio de la mente, los hombres jamás van a encontrar la verdadera intimidad que su alma busca… Eso es lo que les genera miedo... porque no encuentran real sosiego, no pueden sentirse en casa, porque literalmente están yaciendo fuera de la casa de la diosa… Amemos y seamos nuestra feminidad, reconozcamos y amemos la búsqueda de intimidad de nuestros hombres, entreguémonos sin agendas ocultas. El pago es placer infinito, no sólo por lo propio sino por verlo a él, encontrando REAL paz y gozo en su hogar, en nuestra compañía, que lo hace querer volver, querer quedarse, querer darnos toda su atención, querer enamorarnos día tras día… Así, él está tan presente que es inevitable desearlo! Por ende, cómo no amar a una mujer con genuinas ganas, de manera lenta, larga y sin respuestas prematuras?
Esta relación está íntimamente relacionada con cómo asociamos el concepto del dinero con nosotros. El dinero es la manera que expresamos el anhelo y el compromiso del alma, a través de lo que hacemos. Por ejemplo, asociamos el dinero con poder (ejerciéndolo o sometiéndonos)? con nuestro valor personal? Cómo está reflejada en esa relación nuestra integridad? Hay sentimientos de culpa? de gozo? Comprender desde dónde nos relacionamos nos permitirá ver qué está pasando… Muy probablemente tengamos una relación difícil con el dinero si se trata de una relación interesada. Con la cantidad de dinero que sea si no hay gozo, y ganamos y acumulamos en trabajos que no nos gustan, o si no hay sentido de integridad, permaneciendo en relaciones que no nos otorgan bienestar, sobrevienen sentimientos de soledad, aislamiento, endurecimiento del corazón, hambre y pobreza del alma. Sin claridad de propósito superior alguno y desde la sensación de insuficiencia y de necesidad de ir por más, entonces amamos el dinero desde el miedo, lo que muestra que creemos que nos soportamos exclusivamente en nuestras propias fuerzas: la masculinización por excelencia. La creencia subyacente de nuestra cultura es la escasez, empezando por “no dormí suficiente, no tengo tiempo, no trabajé lo suficiente, el proyecto no es suficientemente rentable, no hice suficiente ejercicio…” Con tal alimento de nuestro diccionario interior y sus conocidos efectos en nuestro sistema nervioso y proceder, terminamos por justificar la falta de plenitud en la vida y el no poder lograr lo que queremos, porque creemos que somos insuficientes e inadecuados.
Para experimentar la suficiencia en lo recursos externos, hay que experimentar la propia y para eso hay que ampliar la limitada idea de nuestra completitud.
Desde esa completitud -y no en busca de ella- podemos comprometernos con la vida, y bajo ese compromiso podemos amar el dinero desde el femenino, desde la confianza e incondicionalmente, usándolo de una manera que expresa nuestra integridad y expresa nuestro valor pero no lo determina. La abundancia es un estado del ser, una experiencia, una forma de pensar sobre nuestras circunstancias, una declaración de la certeza de que el deseo y la capacidad de autosuficiencia innatos son suficientes para enfrentar los desafíos de la vida. Es nuestra elección vivir o no bajo la cultural e ilusoria creencia de la escasez. Para quienes elegimos empoderarnos, cinco claves para mejorar nuestra relación con el dinero:
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AutorComprometida con seguir lo que me dicte el corazón, con amor, pasión, viviendo en plenitud y contribuyendo para que los demás hagan lo mismo! Archivos
Junio 2024
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