Invariablemente me impulsa un motor interno que no deja que me transe por nada menos de la posibilidad de la Más Alta Visión de mi Misma.
Siempre había soñado con encontrar al ‘elegido’ o lo que en inglés llaman The One. Me encantaba como sonaba… Y durante el proceso de re-encontrarme, un día comprendí que una de las búsquedas más relevantes en la vida es encontrar ‘lo elegido’ en el oficio… que en inglés podría llamársele The One Thing… Escribir sobre estas íntimas búsquedas dio inicio al recorrido hacia mi actual plenitud. Por eso mi blog lleva este nombre… |
“(…) No soy una conocedora de arte, no sé de técnica, ni nada de eso. Lo que sí sé, es que las dos veces que he visitado la Capilla del Hombre, sus pinturas me han conmovido hasta las lágrimas. Me conmueve la sensibilidad que de Guayasamín puedo percibir a través de su obra... me gustan los colores, las expresiones de las caras…Y su obra Ternura sigue detonando mi llanto.
En la segunda de mis visitas, el llanto fue por partida doble. En el primer recinto con sus pinturas, y luego en el recorrido por su casa-museo, donde nos mostraron un video en el que el Maestro hace el retrato de Paco de Lucía… Era absolutamente fascinante ver cuán absorto estaba en lo suyo. En el video, paralelamente se iban exponiendo sus apreciaciones, lo que sentía y lo que le inspiraba el modelo. Decía el Maestro que lo que primero plasmaba a través de unos grandes y firmes brochazos, eran unos rasgos básicos estructurales, como si se tratara de la calavera del retrato. Decía que este esqueleto identificaba lo perenne (esta expresión es mía). En el primer dibujo no concibe la carne “móvil, transitoria”, sino en un segundo paso, y por último, plasma el estado del ser de su modelo: “eso lo agrego yo o, más bien, le quito… Pero es cuando está frente al caballete cuando, lentamente, la voy descubriendo, por debajo de la máscara o del maquillaje. Entonces busco la pincelada perfecta, ésa que se diría instantánea, espontánea. Vuelvo a pintar y vuelvo a raspar hasta que parezca de carne, quiero decir de espíritu. De ahí que sea importante conocer al modelo por dentro, su mentalidad, su modo de ser. Y cuando no lo conozco, le hago alguna pregunta que lo obligue a definirse.” De verdad, se veía cómo literalmente Guayasamín estaba pintando el alma de De Lucía. En el video, el Maestro mencionó por ejemplo que en la imagen el modelo se veía como si fuera alto, pero el efecto no tenía que ver con su tamaño físico, sino con la imponencia percibida de su espíritu. Eso era lo que exudaba ese rostro, ese cuerpo. Mientras yo veía el video emocionada, hacía conciencia de que por supuesto lo que enamora es la belleza!. Sí, porque belleza es lo que exuda quien está apasionado por algo, por alguien, por la vida! Enamora el fuego interior, la imponencia de un alma. Si uno ve a este par de hombres desde el filtro de la mente, podría decirse que no tienen un especial atractivo físico, bien sea por el paso de los años o porque ciertamente no son 'bellos' desde un punto de vista de una belleza 'clásica'. Sin embargo era inevitable pensar en cuán natural era que me resultaran tan bellos, tan seductores, y que sintiera que los amaba! Con este sentir, recuerdo de dónde procede la genuina belleza, y entendido el verdadero origen, es claro por qué la belleza es eterna…porque está en permanente expansión, conforme desnudamos el alma. Pensaba en esto mientras Guayasamín hablaba de su admiración por Paco de Lucía con tanto amor!… con mis ojos encharcados, yo misma me decía “Maestro Guayasamín, usted me conmueve hasta las lágrimas”… Y no puede explicarse cuánto se sobrecogió mi alma, cuando regreso a la conciencia plena del video y tras el elogio que él hacía sobre el virtuosismo de De Lucía, en el video el Maestro termina diciendo: “su arte me conmueve hasta las lágrimas”… Fue inevitable el sollozo último que me produjo tal sincronía divina…” Que no se te olvide de dónde procede la belleza y desde dónde enamoras… Como Guayasamín, mi anhelo con nuestro trabajo juntas es escarbarte a través de mi arte haciendo preguntas “hasta que parezcas de carne, quiero decir de espíritu”.
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Me sentí adorada por ese hombre. Y sí, me amó incondicionalmente. Había que querer mucho a esa peladita, imprudente y con un nivel de coquetería que pondría nervioso a cualquiera. Desde mi inmadurez, creo que no aprecié del todo su amor desbordado…
Tenía la atención excedida de varios oficiales de la Armada, atractivos, interesantes y seductores… y al tener novio me sentí atada, por no tener plena libertad de conocer todos esos mundos que había tras esos otros hombres… por eso entre terminarle y volver y hacerlo una vez más… le causé mucho dolor…Cuando quise -ahora sí- ‘dar todo de mi’…. Era tarde. Mi inestabilidad había fragilizado el lazo. En unos días se cumplen cinco años de la muerte de este hombre en un accidente de helicóptero. Cuando lo supe lloré varios días sin entender muy bien por qué. Hasta cuando me di a la tarea de escribir y plasmar mis emociones sobre tan impactante evento, que me revolcó y me reveló una sombra, pues yo había ocultado de entre mis historias de amor, ésta. Y entendí que era porque me hacía sentir vergüenza… de mi, basada en una culpa (que había escondido como el polvo bajo el tapete) por “no haber sido una buena novia”. Nuestras oscuridades no tienen que ser cosas aberrantes… odiar y por eso ignorar a una ‘presunta mala versión de novia’, es el tipo de sombras que nos avergüenzan… y por ende hay que perdonarlas, para poder continuar! Esta muerte no sólo permitió emerger a la sombra, pedirle perdón a él, sino perdonarme a mi misma, a través de dos pasos: Uno. Reconocer que el estado de conciencia de esa veinteañera era el que era… Estaba ávida de atención, de reconocimiento como mujer, y todos esos hombres me permitían experimentar eso!! Era avidez de algo que no había tenido… no fue un acto deliberadamente cruel. Dos. Perdonar el pensamiento de ‘me porté pésimo, eso no se hace, me lo oculto a mi misma’… es sólo un pensamiento. No habría sido posible avanzar en mi auto-conocimiento y profundización de mi amor propio, para luego manifestar a mi amado y soñado hombre, si no hubiera perdonado esa ‘versión de novia’ que me había decepcionado. Por eso, deja de golpearte por la decisión que tomaste o no (hace años, meses o minutos!) y perdona el pensamiento cruel que lanza el ego sobre lo que fuiste o no fuiste. Ahora es el mejor momento para ser una nueva versión de novia, de hija, de amiga, de hermana, etc., la que elige expresarse alineada con su esencia e intencionada desde la versión más amorosa de ti en este momento. Perdonar es resignificar un evento desafiante de tu vida, y eso es... Apropiarte de tu historia, clave para la claridad de tu auto-conocimiento y experimentar el verdadera sentido de seguridad personal. Has identificado alguna sombra con la que aún peleas? Ya perdonaste alguna? |
AutorComprometida con seguir lo que me dicte el corazón, con amor, pasión, viviendo en plenitud y contribuyendo para que los demás hagan lo mismo! Archivos
Junio 2024
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