Invariablemente me impulsa un motor interno que no deja que me transe por nada menos de la posibilidad de la Más Alta Visión de mi Misma.
Siempre había soñado con encontrar al ‘elegido’ o lo que en inglés llaman The One. Me encantaba como sonaba… Y durante el proceso de re-encontrarme, un día comprendí que una de las búsquedas más relevantes en la vida es encontrar ‘lo elegido’ en el oficio… que en inglés podría llamársele The One Thing… Escribir sobre estas íntimas búsquedas dio inicio al recorrido hacia mi actual plenitud. Por eso mi blog lleva este nombre… |
Nos escandazalizamos de las prácticas físicas de mutilación genital de algunas culturas, cuando lo hemos venido haciendo en nuestras mentes, convirtiéndonos involuntariamente también en ‘monstruosas’.
Por eso apelando a mi certeza de que (i) los hombres no son ningunas bestias que atacan porque sí (y no los justifico), (ii) quejarse y/o linchar en las redes -o peor, en nuestros corazones- a abusadores y acosadores, no soluciona nada y (iii) todo cuanto pasa en nuestras vidas es una proyección de nuestras creencias y el valor que de nosotras mismas tenemos; en marco de las situaciones que vivimos actualmente, invito a explorar el esencial porqué… enfocado en nosotras las mujeres, para comprender por qué estamos atrayendo esas situaciones y así, asumir nuestra responsabilidad para tomar acción. Recientemente vi un TED talk (1) que, entre otras, documenta cómo las mujeres jóvenes puede que estén construyendo una gran seguridad en si mismas en la sociedad pública, pero parece que muchas son unas incompetentes de su propia sexualidad, esgrimiendo por ejemplo ante encuentros casuales sexuales irresponsables y no disfrutables, casi con un dejo de arrogancia que “nadie me dijo que inteligente o una imagen fuerte, aplicara para el sexo” (!) De esto se trata la bendita equidad que con los hombres pretendemos? Hay una lucha por el gap salarial, pero en el del disfrute sexual no importa? Invito a dos formas de responsabilizarnos: 1. En nuestro papel de formadores de hijos, sobrinos, etc., hay que abrir la discusión desde muy jóvenes con las niñas de una sexualidad desde el amor, en vez de desde el miedo. Que en vez de sólo cuidarse de enfermedades o embarazos no deseados, hablemos desde nuestra capacidad y derecho a nuestro placer sexual. De nuestras necesidades, deseos y límites. Que se trata de sesiones –ojalá de horas- para experimentar con responsabilidad la sensualidad, la comunicación, el afecto y la intimidad y no de acostarse (o hacer sexo oral para asegurarse que ‘no pase nada más’ pero que él quede satisfecho!) con cuantos más se pueda en virtud de constituirse en ‘experimentadas’… ‘como ellos’… jaja. No hemos aprendido a pedir lo que queremos. En el trabajo, porque seguimos creyendo en nuestra presunta insuficiencia. En nuestras relaciones, porque nos quedamos sin decir lo que necesitamos y sentimos cuando nuestros sentimientos no fueron tomados en consideración y tiempo después explotamos como una bomba. Si no lo decimos fuera de la cama, está claro que en ella menos pedimos lo que necesitamos! 2. Insisto, no justifico la reacción de bestias de algunos hombres, pero hay que reconocer que los hemos provocado… castrándolos. Hay muchas formas de hacerlo, pero sólo me referiré a la que tiene que ver con el espíritu de este texto. Entiendo que algunas veces una mujer no tenga ganas de tener sexo, pero privar a su hombre por venganza, no es santo. Y sé que muchas lo hacen desde ese lugar, porque saben que es un castigo… y es la forma de ejercer ‘poder’. Creo que alguien que usa eso como represalia (i) no conoce el verdadero disfrute del sexo y (ii) no sabe amar. Me atrevo a decir que las mujeres referenciadas en este texto son las que terminan castigándolos, por no haber disfrutado nunca verdaderamente su sexualidad. Conocerla y disfrutarla se vuelve un indispensable en el proceso de reconciliación con nuestros hombres. No es desde el hacer, con marchas, ni linchamientos que dejamos de ser víctimas… Es cuando nos empoderamos, lo cual exige responsabilizarnos, comprendiendo y cambiando el estado del ser, no del hacer… (1)TED http://www.ted.com/talks/peggy_orenstein_what_young_women_believe_about_their_own_sexual_pleasure
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AutorComprometida con seguir lo que me dicte el corazón, con amor, pasión, viviendo en plenitud y contribuyendo para que los demás hagan lo mismo! Archivos
Junio 2024
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