Invariablemente me impulsa un motor interno que no deja que me transe por nada menos de la posibilidad de la Más Alta Visión de mi Misma.
Siempre había soñado con encontrar al ‘elegido’ o lo que en inglés llaman The One. Me encantaba como sonaba… Y durante el proceso de re-encontrarme, un día comprendí que una de las búsquedas más relevantes en la vida es encontrar ‘lo elegido’ en el oficio… que en inglés podría llamársele The One Thing… Escribir sobre estas íntimas búsquedas dio inicio al recorrido hacia mi actual plenitud. Por eso mi blog lleva este nombre… |
Quienes me siguen hace un rato saben que en vez de perseguir la equidad en número de hombres y mujeres allá afuera en el mundo, promuevo la expresión interior de una equidad de esencias. Esto es, necesitamos más esencia femenina expresada. Ya sabemos que somos capaces de hacer lo que un hombre es capaz de hacer… Por eso, el verdadero avance es adentrarnos en la evolucionada etapa de descubrir que podemos llegar a SER el más completo potencial que Dios colocó como semilla en nosotras. Porque lo vivo y lo comparto a través de mi trabajo, genuinamente creo que es posible vivir la triada balanceada de nuestra esencia como (i) buscadoras espirituales, (ii) ejecutoras orientadas al logro en el mundo (con intención) y (iii) anhelantes almas que quieren amar y ser amadas. Alcanzar logros en el mundo, exigiéndonos expresar el masculino, clarísimamente nos ha desconectado del femenino. Por eso insisto en la necesidad de des-hacer las barreras internas que evitan que experimentemos la plenitud, librando con honor y compasión nuestras personales batallas. En ese marco, hoy comparto tres cosas que como precio estamos pagando en el mundo por desconectarnos del femenino y las elecciones de expresión para reivindicarlo. Éstas, resumen las tres claves que hacen que una Reina siempre sea vista, y por ende amada.
Elección de expresión desde el femenino. Desecha las etiquetas y el perfeccionismo, pues éste es una forma de pensar que dice: si soy/luzco/hago perfecta puedo evitar o minimizar emociones oscuras (vergüenza, juicio, culpa, etc.). Eso es usar un escudo para no ser ‘heridas’, por miedo de que el mundo te vea por lo que realmente eres y creerte que no estarás ‘a la altura’. Elige en cambio la mentalidad de dar lo mejor de ti y en el trabajo por ejemplo, hacer desde la excelencia. ¡Las etiquetas como los escudos literalmente no nos dejan ni ver ni que nos vean! Sobre eso, la hermosa paradoja es que antes de ver, primero viene el amor. Dice un Curso de Milagros: “Siempre que llegue a amarte, podré entenderte. No al contrario”. Primero se ama, eligiendo des-etiquetar (a él y a ti misma), luego se ve, luego se entiende. No existen los ‘defectos’. Tanto tú como el otro traen heridas de la niñez. En razón de qué vas a decir “veamos a ver si con sus temitas/defectos (i.e. sus heridas) es merecedor de mi amor”. Estás en una relación como un hermoso hospital para sanar tus heridas y ayudar a crear el espacio para que él también pueda hacerlo (por supuesto, funciona en ambas vías). Así se construye el círculo virtuoso: amamos para des-etiquetar, luego podemos ver, entender y ahí podemos continuar expandiendo el amarnos. 2. Tenemos un serio déficit de empatía porque anestesiamos TODO nuestro sentir. Al catalogar algunas emociones como oscuras (miedo, vergüenza, dolor, etc.) e intentar adormecerlas (i.e. invisibilizarlas y no expresarlas) para no ser ‘heridas’, ni juzgadas, también adormecemos las emociones luminosas.
Elección de expresión desde el femenino. Abraza la vulnerabilidad en su totalidad, porque si bien sí está en el centro de emociones difíciles que no querríamos sentir (vergüenza, decepción, incertidumbre), por sentirnos expuestas y en riesgo; también le da nacimiento a toda posible emoción positiva que necesitamos: amor, pertenencia, gozo, empatía, fe, creatividad (no hay creatividad, ni reinvención sin fracaso). No se puede experimentar empatía mutua si no estás dispuesta a ser vulnerable. Cómo pretender que nuestras necesidades, deseos y sentimientos sean escuchados si no nos abrimos? Cómo promover un ambiente donde el otro se comunique porque se siente a salvo expresándose (porque sabe que está libre de juicios, críticas y reclamos), si no es poniéndote en sus zapatos?
Específicamente en el mundo del oficio, buena parte del problema de que no haya muchas mujeres exponiendo completamente sus talentos en cualquiera disciplina (arte, literatura, negocios, etc.), es que no se permiten postularse hasta que crean que ellas y su trabajo es perfecto y más allá de cualquier crítica.
Elección de expresión desde el femenino. Vivimos vidas creativas cuando de manera consistente y permanente tomamos decisiones desde la curiosidad por encima del miedo. Sin arriesgarse a ‘fallar’ no hay forma de vivir vidas creativas. La verdadera belleza de la cualidad de la resiliencia es precisamente ser resilientes a la torpeza y al error. No hay forma de recobrar la forma o volverse a levantar, si no nos permitimos perder la forma, perdernos, caernos. El resiliente vuelve al ruedo sin dolor porque comprendió el aprendizaje de su última ‘deformación’. [Recordar la definición física de resiliencia, que es de donde viene el uso en lo emocional: la energía de deformación que puede ser recuperada de un cuerpo deformado cuando cesa el esfuerzo que causa la deformación]. No seas la resiliente que sin reconocer la lección pasada vuelve y sale al ruedo diciendo “ahí vamos otra vez”. Eso es necedad. Vuélvete una resiliente con intención, la que capitaliza el aprendizaje de la deformación. Sí, es aterrador mostrarse, aparecerle a lo que sugiere la vida, pero es peor llegar al final de los días, y decir: “y si me hubiera mostrado?” Estas tres claves podrían resumirse en “la Reina jamás tiene miedo de exponerse” y queda deliciosamente ilustrado con esta lección que cuenta Liz Gilbert que aprendió una vez de una poderosa, creativa e independiente mujer de alrededor de 70 años: “pasamos nuestros 20’s y 30’s tratando de ser perfectas por estar preocupadas de lo que la gente piense de nosotras. En nuestros 40’s y 50’s, finalmente empezamos a ser libres porque decidimos que nos importa un comino lo que otro piense de nosotras. Pero no serás completamente libre hasta los 60’s y 70’s cuando te das cuenta finalmente de la liberadora verdad de que de todas maneras jamás nadie estaba pensando en ti” Sal al mundo a expresar la mujer curiosa, aventurera, genuina, apasionada, que se ama sin vergüenza alguna tal como es, porque se da el lujo de reír a carcajadas o de llorar con cada película conmovedora que ve… esa es la verdadera mujer empoderada que el mundo necesita!
7 Comentarios
Natalia Riaño Ramirez
3/9/2019 06:05:56 am
Gracias
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Diana Muñoz
3/9/2019 11:45:48 am
Con amor! Diana
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sandra ximena Ibarra Vasquez
5/4/2020 05:37:18 pm
Gracias Diana como siempre !fabuloso! un abrazo.
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Diana Muñoz
5/7/2020 12:48:19 pm
Un abrazo para ti!
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Verónica
5/5/2020 03:39:28 pm
Realmente es una bendición leerte
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Diana Muñoz
5/7/2020 12:46:13 pm
Gracias por tu receptividad 💜🙏🏻
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Zindy
9/13/2021 04:16:12 pm
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS
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AutorComprometida con seguir lo que me dicte el corazón, con amor, pasión, viviendo en plenitud y contribuyendo para que los demás hagan lo mismo! Archivos
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